lunes, 27 de junio de 2016

Las reglas del juego

Incomprensiblemente se entienden.
Respetan el juego del contrario, aunque en su fuero interno les gustaría romper las normas y cambiar las del otro a su antojo.
Comprensiblemente se alejan. Y se acercan. Pero cada vez que se distancian la lejanía es mayor, y el acercamiento posterior menos intenso. Así que su juego acaba muriendo.
Y termina. Para siempre.
O tal vez hasta que uno de los dos decida cambiar las reglas.
Sólo tal vez.

jueves, 23 de junio de 2016

LA VIDA (por La chica de las 6)

LA VIDA

Segundos, minutos, la vida.
El tiempo infinito que agota mi paciencia.
Mientras piensas yo, como Penélope, siento
el hilo en mis manos, las horas que se escapan,
las canas,
las arrugas que me pueblan,
la ausencia,
la espera,
el hastío,
el cabreo.
Mis preguntas,
tu falta de respuestas.
La vida que sigue, cada uno con sus cosas.
Y pienso en lo que no fue
y me ahoga la pena por perdérmelo de nuevo
Maldigo la vida que nos cruza
para no aprovecharnos.
Mis pájaros en la cabeza,
tu cabeza tan cuadrada,
de Venus y de Marte con todas sus distancias.
Reflexiones. Marionetas.
Sentir tanto para terminar sintiendo nada.

La chica de las 6.

miércoles, 22 de junio de 2016

Vacío medio lleno

Sin llegar a ser vacío es como un pequeño abismo lo que llena mi tripa ahora.
Sensación de sí pero no, de ni blanco ni negro.
Como lo del vaso y todo eso que tiene que ver con el optimismo y demás.
Yo creo que podría llamarte mi "vacío medio lleno".
No suena ni bonito ni feo, ni tierno ni áspero. Pero es perfecto.

domingo, 19 de junio de 2016

Victoria sin querer

Jugar a que no importa ganar o perder.
Y querer ganar aun sabiendo que será mucho mejor perder. Perder-se en tu necesidad de victoria, en tu ansia de premio, en tu prisa por encontrar la meta.
Huir de la competitividad y que tú me la plantes delante, cara a cara, sin cortarte ni un duro con esa sonrisa descarada, que pide a gritos otra victoria.
Conmigo no. La mía no. Yo no.
Aunque sueñe con dejarme ganar, me puede más no darte ese gusto... y así vencerte.

jueves, 16 de junio de 2016

Ausencia

Ausencia de contenido.
Necesidad de saber, de poner nombre a cada cosa, a cada sentimiento, a cada casualidad. Necesidad de entender, de entenderte, de conocer otras maneras.
Ausencia de presencia.
Necesidad de ausencia.
Sólo a veces. Y luego... vuelta a empezar.
Ausencia.

miércoles, 15 de junio de 2016

Cruce de miradas o de caminos

Dos sendas que se cruzan y acaban construyendo un claro.
En armonía.
Sin titubeos.
Paz total.
Caricias sin prisas.
Miradas eternas.

Dos caminos que se cruzan y acaban suicidándose en un barranco.
En guerra.
Con miedos.
Mucho ruido.
Urgencia sin control.
Miradas eternas.

domingo, 12 de junio de 2016

Libre

Libre de historias.
Libre de cargas.
Libre de pasados.
Libre de engaños.
Libre de culpas.
Libre de daño.
Libre.
Libre porque sabe amar la vida y beberse cada segundo sin necesidad de ansiar lo que vendrá después.
Libre porque no necesita robarle el tiempo a nadie para sentirse en compañía.
Libre porque sabe decir sí cuando así lo siente y no cuando otra respuesta no le satisfaría.
Libre porque sólo necesita un rato a solas para sentir que vuela sin ataduras.
Libre porque ama sin medida cuando le da la gana, porque se obedece solamente a sí misma, porque le gusta nadar a contracorriente, porque no soporta una orden, porque defiende la sinceridad y rechaza la hipocresía, libre porque se gusta como es, algo rara y a su aire.
Libre.

miércoles, 8 de junio de 2016

Certezas

Y si ayer cedía este rinconcito a El Saco de Peter, hoy tengo el gustazo de que se venga un rato LA CHICA DE LAS 6. 
No os la presento. Su poesía lo hace por ella. Brutal.


"CERTEZAS

Y saberme y saberte.
Buscarte.
No verte.
Que duela la ausencia, queme tu distancia,
resistencia que frena lo que yo no puedo.
Punto muerto.
Freno de mano.
Tu boca.
Mi cuerpo.
Tus dedos, los míos.
El anhelo, en mi mente,
ganas locas de tenerte.
No encontrar la forma.
¿Saberme?, ¿saberte?"

La chica de las 6



Urgencia

Urgencia.
Urgencia de piel con piel.
Urgencia de lenguas hablando.
Urgencia de intensidad.
Urgencia de encuentros interrumpidos.
Urgencia de interrupciones con final.
Urgencia de nervio adolescente y mariposas que pellizcan.
Urgencia...
¿Cuándo?

martes, 7 de junio de 2016

Con sumo cuidado

Con sumo cuidado desviste su miedo.
Con sumo cuidado lo acerca a sus brazos.
Con sumo cuidado lo mira a la cara.
Con sumo cuidado lo besa con fuerza.
Con sumo cuidado le pide que se vaya.
Con sumo cuidado apaga las luces.
Con sumo cuidado se mete en su cama.
Con sumo cuidado sonríe.
Con sumo cuidado... despide para siempre a sus fantasmas.

Exactamente así. Exactamente tú.

Hoy le cedo este rinconcito tan mío a El saco de Peter. Alguien especial que escribe muy bonito porque siente bonito.

"Hoy me pongo a escribir. 
Te escribo a ti. Aunque no lo sepas. 
Quizás por tanta insistencia indirecta o directa de mi "madre" que me dice que te escriba.
Quizás porque ya llevaba un tiempo queriendo expresar y no encontraba ese empujón para hacerlo; quizás porque realmente me lo pide el alma. ¿El alma? Sí. El alma. 
Es curioso como una persona puede tener tantas cosas en el alma y que sean tantas las que calla. 
Hoy me decido a hablar, a soltar lo que llevo dentro desde hace ya unos meses. No son pocas las cosas de las que podría hablar. Pero hoy me centro sólo en una. 
Hace 6 meses te conocí. Parecías alguien más, no destacabas demasiado, y quizás por eso me picaba más la curiosidad por saber más de ti.
Todo empezó inocente, suave, como si de dos niños se tratara. 
Nada importaba mientras estaba al alcance de tu mirada. Todos los problemas parecían no tener importancia. Todo parecía que se podía llevar más fácil. Todo era sencillo. Contigo era sencillo, natural, espontáneo. No había nada calculado. Sólo eran cómplices miradas, sonrisas tímidas y largas conversaciones con confianza como si nos conociéramos de toda una vida. 
Ganas de compartir incluso al final de un largo día de trabajo. 
Ganas de trasnochar entre semana sabiendo que luego nos esperaba un buen madrugón. 
Ganas de sentir, de vivir, de reír, de besar, de abrazar, de jugar, de morder, de pellizcar, de pelear para buscar esa picardía del perdón. 
Ganas de hablar, de expresar, de sacar lo que uno lleva dentro. 
Incluso contando mis más terribles miedos. Incluso contando mis más escondidos secretos. 
Incluso contando mi mayor escondido secreto. 
Y sentir que me ofrecías también tus propios miedos. 
Pero todo eso se fue. Conforme llegó, se fue sin más. O quizás sólo este aparcado.
¿Un nuevo miedo? ¿Miedo a qué? ¿A sentirte bien? ¿A estar a gusto? ¿A alejarte de aquello que inexplicablemente te hace jodidamente feliz? ¿Realmente existe la felicidad o nosotros nos encargamos de mantenerla o alejarla de nuestro lado? 
Todo estaba bien. ¿Por qué dejarlo? 
No había contratos, no había compromisos, no había nadie que lo impidiera.... 
¿Acaso había que ponerle nombre? ¿Era necesario tener que avanzar un paso más? Si todo estaba bien....¿porque cambiarlo? 
Tantas preguntas sin responder. 
Y desde entonces, te sueño cada noche. 
Y no como la típica frase que se dice, no. Te sueño de verdad. Sueños de situaciones normales del día a día. ¡Donde siempre estás tú! Siempre estás tú de la forma que mi mente desea que estés en mi vida. Pero son sólo sueños. 
Pese a todo, duró un par de meses, quizás algo más, o quizás algo menos. 
Y por ello, GRACIAS, de verdad, GRACIAS. 
Quizás nadie lo entienda, pero durante ese tiempo, por primera vez en toda mi vida, me sentí libre. Libre con alguien. Libre hacia alguien. Libre ante alguien. Libre contigo. 
No tenía que dar explicaciones pero tampoco eran necesarias. Ya se sentía todo. Siempre he vivido intentando demostrar fortaleza, afecto, amor, pasión, unión, ser alguien en quien confiar y que puedes tener en tu vida. 
Sin embargo, cuando menos importancia le das al cómo y más te expones tal cual eres, desnudando el alma, dejándote poseer sin importar el mañana... Es cuando de verdad sientes la libertad. Y tú me hacías sentir exactamente ASÍ.
¡Tú! Sí. ¡Tú! 
Tú que seguramente no leas esto. Tú, que seguramente si lo leyeras, no sabrías que soy yo. Tú, que seguramente si lo leyeras y supieras que soy yo, no sabrías que es por ti. Tú, que seguramente si lo leyeras y supieras que soy yo y supieras que es por ti, no harías nada al respecto. 
Porque seguramente si lo leyeras y supieras que soy yo y supieras que es por ti e hicieras algo al respecto, no creo que fuera lo que realmente sientes. 
Y no sabría explicártelo mejor, pero al menos lo voy a intentar: eres de esas personas que, sin ser extremadamente guapas, tienen algo que las convierte en preciosas. 
Y no te falta mucho, con cualquier cosa, sales a la calle y desprendes energía. 
Sonríes y joder.... 
Ya, ya lo sé, no es fácil que tú quieras a nadie. Hablo de querer de verdad. Pero yo al menos sé, que cuando quieres, quieres con todo el alma. Y entonces, muy mal tienen que hacer las cosas para que te marches. 
Sin embargo, alguna vez las hicieron mal. Jodidamente mal. Y ahora, ahora te cuesta horrores. No quieres una sola decepción más. Y a todo le pones pegas, excusas, huidas. Absolutamente a todo. Se le llama miedo. Bueno, tú quizás le llames escudo. 
Escudo para evitar dolor. Escudo para evitar enamorarte...
Te pedí que no te enamoraras de mí entre risas y juegos. Y tu escudo así lo cumple. Porque si te destapas por un solo segundo... Pierdes el juego. 
Al menos, gracias a eso, siempre abres tus ojos todo lo que puedes, por si acaso. Y joder.... SON PRECIOSOS."

El saco de Peter

(Gracias por compartir tus "boniteces" aquí)

lunes, 6 de junio de 2016

Llámalo como quieras

Llámalo casualidad.
Llámalo circunstancia.
Llámalo destino.
Llámalo suerte.

Nos cruzamos. Y eso es lo que importa.
Ahora nada volverá a ser igual. Nada.

domingo, 5 de junio de 2016

Complicidad inédita

Se miran y hablan. No importa su alrededor. No les hace falta. No opinan igual y, sin embargo, se entienden. Regulan su diálogo con la intensidad de sus miradas, que dicta el turno de palabra. No necesitan más y, es curioso, porque hasta con sólo sus miradas discuten. Sobre lo que uno ansía, sobre lo que la otra anhela.
Se miran y se entienden. Aunque en realidad ni quieran ni les convenga que así sea. Ambos desearían poner sonido a sus miradas y pegarse cuatro gritos para intentar llegar a un acuerdo. Y sin embargo, se siguen mirando. Y siguen su diálogo de esta callada manera.
En el fondo no saben si les sobran las palabras o les faltan todas ellas.
Complicidad inédita.

sábado, 4 de junio de 2016

Fuego

Mantener una mirada puede ser tan sofocante. Y observar como el contrario se quema sin control ninguno, mientras tú no haces nada por evitar su incendio.
Mantener una mirada puede ser tan divertido. Y jugar a que te quemas, que arde el cuerpo, que sobra la ropa, que urge el contacto, que buscas salida a mar abierto... y dejas que sea el agua quien apague tu deseo.
Mantener esa mirada puede ser tan necesario. Y crear una adicción a ese juego sin palabras, a la mímica de un beso, a unos gestos, a un saludo, a un "quiero quemarme contigo pero no puedo".

viernes, 3 de junio de 2016

La vida duele

Contener las lágrimas duele.
Duele en la garganta.
Y en la boca del estómago.
Contener el llanto duele.
Duele en la mandíbula.
Y en la boca del estómago.
Contener un grito duele.
Duele en la sien.
Y en la boca del estómago.

La vida es exageradamente desgarradora en muchas ocasiones. Y ahí no hay remedios de botica que valgan, ni para la boca del estómago ni para cerrar la herida.

Cicatrices

La vida a veces desgarra hasta el punto de dejarte cicatrices para siempre.
Para siempre...

jueves, 2 de junio de 2016

Diferencias irreconciliables

- Tienes una idea equivocada de libertad. Al menos para mí.
- ¿En serio?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque yo la entiendo como la suerte de tener alas para volar sin arrasar con ellas a mi paso.
- ¿Y?
- Y tú la entiendes como la suerte de tener alas. ¿Ves la diferencia?
- Sí. Tú tienes miedo a volar por el riesgo que supone. Yo simplemente alzo el vuelo.
- No. Insisto. Mi miedo no es a volar, sino a dejar heridos a mi paso.
- Yo creo que eso es cobardía.
- Yo creo, por contra, que es valor.

Mi yo más yo

De mi yo más yo sólo conoces el yo externo.
De mi yo más yo sólo muestro la envoltura.
De mi yo más yo sólo atisbas una ínfima parte. 
De mi yo más yo sólo yo manejo el 100% y no tengo intención de compartirlo.
De mi yo más yo hay secretos que no cuento.
De mi yo más yo no pretendo hacerte experta.
De mi yo más yo no deseo que te adueñes ni un pedazo.

De mi yo más yo... te diré que miente a cada rato cuando hablar de mí se trata.