viernes, 28 de diciembre de 2018

FELIZ ADIÓS AL 2018

Segundos.
Minutos.
Horas.
Días.
Y fin.

Habrá acabado un año más.

¿Qué has hecho para que sea memorable?

Yo vivirlo. Sin más. Exprimir cada milésima de su tiempo. Sonreír fuerte y grande con cada golpe que ha querido darme. Después de haber llorado fuerte y grande para sanar las heridas.

He soltado.

He liberado.

Me he liberado. Yo. Y a los míos.

He sentido. Mucho. Y muy intenso. Y pienso seguir sintiendo así. Aunque a veces duela, aunque a veces agote. Porque siempre compensa.

He aprendido.

He intentado enseñar.

He querido contagiar alegría por la vida a quienes he tenido cerca del alma. Y, por si no lo he logrado, voy a seguir esforzándome un año más.

Me he caído. Como cada año. Muchas veces.

He desfallecido. Me he cansado. He gritado y llorado de rabia e impotencia.

Pero me he levantado. Más fuerte con cada caída.

Me he tejido unas alas fuertes, grandes y brillantes. Que son solo mías. Pero que servirán de guía a los míos. A mi hija. A mi hijo.

He fluido.

He aceptado el no y agarrado con fuerza el sí.

He cambiado. Como cada año. Muchas veces.

He avanzado después de retroceder para coger carrerilla y saltar al vacío. Porque necesitaba probar mi vuelo.

Y he volado.

Y ha sido mágico.

He echado de menos a los de siempre. Como nunca. Cada vez más. Por contrariar el dicho de que el tiempo lo cura todo. Mentira.

He sido feliz. En resumen. Que es de lo que se trata.

Porque tras cada tormenta, que las he tenido, y muchas, y fieras... Ha salido el sol y yo lo he visto. 

Y con eso me quedo. Con el sol. Su tibieza en mi piel y sus rayos en mi sonrisa.

FELIZ ADIÓS AL 2018.

Gracias por cada cicatriz. Porque todas ellas ya forman parte de la historia que siempre llevaré escrita en mi piel. Como mis tatuajes.

Y gracias a todas y todos quienes habéis formado parte en este lento proceso de escritura y aprendizaje continuo.

Gracias por vuestros momentos, lecciones y abrazos. 

Ahora también sois parte de mi vida para siempre.

¡A POR EL 2019 CON LOS BRAZOS ABIERTOS Y LA SONRISA BIEN AMPLIA!

martes, 18 de diciembre de 2018

LIBRES y sin MIEDO

Mi sueño es que mi hija sea una mujer fuerte, independiente, luchadora, valiente y LIBRE. Y sobre todo feliz.

Pero cada día me cuesta más pensar en que, aunque la educamos para ello, puede que no consigamos que sea así.
No, no es por ella.
Ni tampoco porque no estemos haciéndolo del todo bien.

Si dudo de que sea así es por culpa del mundo loco al que la hemos traído.
Me da miedo.
Me da pánico pensar que educamos en el respeto, hacia ella misma y los demás, pero que la sociedad en la que vivimos es un falso reflejo de ese mensaje que le intentamos inculcar.
Empezando por las leyes que rigen nuestro país y por los gobernantes que no se dejan la piel en ellas, en cambiarlas, adaptarlas y, en el caso de las relativas a violencia, endurecerlas.

Y es que yo lo siento mucho, pero no creo en la reinserción. Ya lo he dicho. Fusílenme.

Todos tenemos derecho a equivocarnos, y a mejorar y rectificar. Sí. Muy bonito.
Pero a efectos prácticos, reales y mucho menos utópicos... Me van a perdonar pero:

Matar no se mata por equivocación.
Violar no se viola por equivocación.
Mutilar no se mutila por equivocación.
Descuartizar no se descuartiza por equivocación.
Esconder el cadáver de una mujer con el que te has ensañado a gusto... no se hace por equivocación.

Todos estos actos se hacen con premeditación, alevosía, maldad, inhumanidad y ningún tipo de sentimiento alguno de arrepentimiento.
No hay excusa.

Pero es que tampoco hay ley que castigue la pérdida de una hija a manos de un depravado.
No la hay.
Ni consuelo alguno.

Ayer, al acabar el día y aterrizar en el planeta de locos en el que vivimos, me retorcí de dolor al leer las noticias y pensar no solo en Laura, sino sobre todo en su madre.
Porque yo soy madre.
Porque morí un poquito con ella cuando me puse en el lugar de esa madre que tiene que superar no solo la muerte de su hija, sino además el trauma de cómo ha perdido la vida. Porque sí. Porque un salvaje así lo ha decidido. Porque le ha tocado. FIN.

Señores gobernantes y hacedores de leyes... ¿Cuántas muertes más necesitan ustedes para ponerse a trabajar?
Tenemos 5 violadores que andan sueltos porque sólo abusaron una noche de fiesta, y otra mujer más muerta porque su asesino nunca debió salir de prisión. Entre otros muchísimos casos de violaciones y asesinatos.

Y tenemos hijas. ¿Ustedes no las tienen?
Hijas que tienen derecho a ir solas por la calle, vestidas como les dé la gana, a la hora que les plazca. Más altas, más bajas, más gordas, más flacas, con más o menos pecho, con más o menos culo. Hijas que solo por ser mujeres ya están infinitamente más expuestas que un hombre a ser atacadas,  vejadas, violadas y masacradas hasta caer MUERTAS.

¿Cuántas más mujeres sin vida se necesitan para que quien tenga que reaccionar lo haga?

Porque no, no es sólo cuestión de educación, que también.
Es cuestión de leyes.

Queremos unos gobernantes que nos protejan.
Queremos ser LIBRES sin miedo.

Porque nosotras tenemos el derecho a la LIBERTAD.

Y ustedes tienen el deber de PROTEGERNOS.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Párate

Cierra los ojos.
Inhala.
Y cuenta hasta tres.
Exhala.
Sonríe.

Repite, hasta que te des cuenta de que sonríes desde el principio.

¿Ya?

Genial.
Ya has llegado.
Ahí.
A ese lugar.
A esa persona.
A ese sentimiento.
A esa emoción.
A ese estado en el que estás bien y te sientes en paz.

Abraza ese bienestar.
Quédate un rato.
No hay prisa.

Cierra los ojos.
Inhala.
Cuenta hasta tres.
Exhala.
Sonríe.
Repite.

Párate.
Y pararás el tiempo.

martes, 11 de diciembre de 2018

C.U.I.D.A.R

Cuidar es querer.
Cuidar es estar.
Cuidar es preocuparse por.
Cuidar es un mensaje.
Cuidar es hacer y no decir.
Cuidar es demostrar.
Cuidar es no dar excusas.
Cuidar es ser. Siempre.

Cuidar es querer mantener.
Cuidar es saber apreciar al otro.
Cuidar es devolver el cariño sin necesidad de mediar palabras.
Cuidar es valorar.
Cuidar es no echar a perder.
Cuidar es una notita con una cara feliz.
Cuidar es un pellizco que sonríe.

Cuidar es querer quedarse. Y que se queden.

Cuidamos poco.
A veces.
Por desconocimiento.
Por comodidad.
Por miedo.
Por cobardía.
Por desidia.
Porque no queremos.
Porque no sabemos.
Aprender es fácil.
Solo hay que atreverse.

Cuidar es MARAVILLOSO.

domingo, 9 de diciembre de 2018

La vida es viaje

La vida es viaje.
No, no es un decir.
Ni siquiera una frase tendencia.
Es la pura realidad.

La vida es un viaje, y tú eliges el medio de transporte.
Eliges los destinos.
Eliges tus acompañantes.
Eliges qué llevar contigo y qué dejar.
Y eliges la dirección. Y cuando no la eliges por error de cálculo, al menos puedes retomar el camino y continuar el trayecto.

La vida es viaje.
Y, como en todos los viajes, habrá momentos de admiración, de asombro, de disfrute, de cansancio, de dudas, de aprendizaje, de locura, de arrepentimiento, de replantearse y de decidir.

La vida, por suerte, es un viaje.

A veces lo que metiste en la maleta no te sirve para el destino al que llegas, y toca adaptarse y tirar.

Los viajes nunca dejan indiferente a nadie. Y todos ellos te hacen empezar a vibrar de manera distinta cuando llegan a su fin. Siempre.

Así que, prepara maleta. Pero no la llenes mucho. Deja espacio para las nuevas experiencias, lo inesperado, los aprendizajes,  y hasta los desengaños. 

Nada como viajar casi de vacío para poder guardar un poquito de cada lugar, cuando lugar es sinónimo de persona. Y guardar lo es de crecer.

Vivir es viajar. 

Viajar es elegir. 

Elegir es aprender. 

Aprender es avanzar.

Y avanzar es cumplir años y saber qué, cuándo, dónde, quién, cómo y por qué. 

O simplemente... Saber esperar sin intentar entender.

La vida es viaje. 

Prepara equipaje y compra billete. 

Salimos en breve.