domingo, 28 de octubre de 2018
Y tú, ¿a qué aspiras?
lunes, 15 de octubre de 2018
Quiérete LIBRE
Quiérete libre.
Si echar raíces es sinónimo de ataduras, no las eches. Quizás cuando quieras moverte ya es tarde. Sólo estate, sin ahondar tus pies profundo.
Quédate donde te regalen alas. O al menos donde te ayuden a desplegar las que ya llevabas de serie y respeten y admiren tu vuelo.
Quiérete independiente.
Si confundes amar con depender puede que cualquier día uno de los dos salga corriendo; uno por asfixia, el otro por creer que amar era apretar.
Que tus acciones no sean complemento de las de otros o que no tengas que necesitar a otros para hacerlas.
Quiérete fuerte.
Si lloras no eres más débil, sólo muestras al mundo que los valientes también sufren, también temen y también dudan. Y por eso son valientes, porque aun con dolor, lo intentan.
Que sean tu libertad y tu independencia las que te hagan capaz de levantarte cada vez que tropiezas, sin ayuda de nadie pero con la humildad necesaria para aceptar una mano amiga cuando te la ofrezcan.
Libre, independiente y fuerte.
Tanto como para, mirándote en el espejo, poder responder SÍ a la siguiente pregunta: ¿Ibas trazando el dibujo de tu rostro conforme leías estas líneas?
Quiérete LIBRE.
INDEPENDIENTE.
FUERTE.
Pd: La felicidad de quererse así... es máxima.
martes, 9 de octubre de 2018
Vamos a atrevernos a sentir
Desde muy niña he visto la vida como a través de un caleidoscopio.
Diferentes figuras, diferentes colores y combinaciones imposibles que me hicieron madurar antes de tiempo, como a la fruta que obligamos a caer del árbol.
Según se iba moviendo mi caleidoscopio, a un lado o a otro, podía enfocar unas imágenes u otras. Nunca iguales.
De todas y cada una de esas formas estrambóticas guardo flashes. De todas, sin excepción.
Algunos de esos recuerdos son muy duros. Pero no duelen. Supongo que aprendí a soltar sin darme cuenta y a dejar atrás para seguir sumando. Además, los buenos siempre ganan.
De normal, no le tengo miedo al miedo. Pero a veces la vida se encarga de recordarme que puede ser peor que un pasaje del terror, de esos a los que nunca me atreví a entrar en la feria, por si se convertían en reales.
El domingo, mientras bajaba una ola, la tabla de otro surfista me golpeó en la cabeza y el brazo, un chico que no pudo esquivarme porque no le dejó la fuerza de la ola. Quedó en susto y anécdota. La vida misma. Tú puedes aprender a surfear, pero eso no siempre es garantía de que vayas a salvarte. Y aún así, mejor si sigues intentándolo, porque los golpes puedes recibirlos tú, pero también puede ser al otro a quien le falle el aprendizaje y acabe golpeando, o siendo golpeado.
¿Por qué sientes tan intenso?
Por eso mismo. Porque la vida me deja mirarla a través del mismo caleidoscopio de cuando era niña. Porque según hacia donde gira, veo unas figuras y unos colores u otros. Porque nunca son iguales. Porque siempre cambian. Porque la estabilidad es un mito. Porque cada giro del caleidoscopio quita de mi vista esa figura que tanto me había embelesado. Así que necesito exprimir ese momento mientras dura. Porque quizás en un rato ya no está.
Es por eso que he aprendido a SENTIR.
Pero cada vez con más razón, no creo que el grado de intensidad deba o pueda medirse.
SENTIR YA ES INTENSO. Y maravilloso.
¡Vamos a atrevernos a sentir! 😉
Que el caleidoscopio gira sin previo aviso, y de pronto nos quita de delante nuestro color favorito...
Que tengáis un feliz día.😊
viernes, 5 de octubre de 2018
SONREÍR
Sonreír porque despiertas un día más.
Sonreír porque ha salido el sol y lo notas cosquilleándote la cara al subir la persiana.
Sonreír porque al fin llueve, y huele a tierra mojada, que es un olor mejor aún que el del café recién molido.
Sonreír porque hace fresco por las mañanas, y eso te abre los pulmones y despierta tu cerebro adormilado.
Sonreír por esa sonrisa que te va de vuelta, como un boomerang.
Sonreír porque es viernes, o lunes, o aún queda un rato de domingo y sofá con los tuyos.
Sonreír porque has mordido una onza de chocolate sin que nadie te vea, para no tener que compartirla, y te parece una pillería enorme.
Sonreír porque sí. Y porque también.
Sonreír a pesar de y por eso mismo.
Sonreír grande, amplio y largo.
Sonreír porque así te envuelves de ganas de todo.
Sonreír y punto. Sin comas ni excusas.
FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA SONRISA.☺️
Ojalá nunca perdamos la capacidad de sonreír... porque es magia pura e instantánea.