lunes, 15 de octubre de 2018

Quiérete LIBRE

Quiérete libre.

Si echar raíces es sinónimo de ataduras, no las eches. Quizás cuando quieras moverte ya es tarde. Sólo estate, sin ahondar tus pies profundo.

Quédate donde te regalen alas. O al menos donde te ayuden a desplegar las que ya llevabas de serie y respeten y admiren tu vuelo.

Quiérete independiente.

Si confundes amar con depender puede que cualquier día uno de los dos salga corriendo; uno por asfixia, el otro por creer que amar era apretar.

Que tus acciones no sean complemento de las de otros o que no tengas que necesitar a otros para hacerlas.

Quiérete fuerte.

Si lloras no eres más débil, sólo muestras al mundo que los valientes también sufren, también temen y también dudan. Y por eso son valientes, porque aun con dolor, lo intentan.

Que sean tu libertad y tu independencia las que te hagan capaz de levantarte cada vez que tropiezas, sin ayuda de nadie pero con la humildad necesaria para aceptar una mano amiga cuando te la ofrezcan.

Libre, independiente y fuerte.

Tanto como para, mirándote en el espejo, poder responder a la siguiente pregunta: ¿Ibas trazando el dibujo de tu rostro conforme leías estas líneas?

Quiérete LIBRE.
INDEPENDIENTE.
FUERTE.

Pd: La felicidad de quererse así... es máxima. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario