lunes, 30 de julio de 2018

A.M.I.G.@.S

Creo que el concepto de AMISTAD cambia conforme lo hacemos nosotros.
Quizás más que cambiar, diría que se moldea y madura al mismo ritmo que lo hacemos nosotros.

Todas las personas con las que hemos tenido amistad en algún momento de nuestra vida llegaron a ella por alguna razón. Aunque el tiempo, la distancia o la propia madurez nos hayan separado y la relación se haya enfriado o ya no exista. Nuestra amistad con ellas y ellos nos marcó de alguna manera y contribuyó a quienes somos ahora.

Hay amistades de toda la vida, otras pasajeras y otras que están destinadas  a ser eternas.

Creo, de corazón, que las amistades que queremos conservar son aquellas en las que, inevitablemente, nos enamoramos del alma de sus dueñas y dueños.

Hace ya un tiempo me di cuenta de que tengo la costumbre (buena o mala) de enamorarme de las personas a las que admiro. Entendiendo ese enamoramiento como algo profundo, nada que ver con lo físico.

Y creo firmemente que, llegada una edad en la que nuestra personalidad ya está forjada, todas, absolutamente todas, las personas que llegan a nuestra vida lo hacen para cambiar algún aspecto nuestro de una u otra manera, porque nos impactan, porque nos aportan, porque nos llenan, porque nos descolocan o, simplemente, porque nos desquician.

La amistad, para mí, no va de mejores ni de peores amig@s. Ya no. Que somos mayorcitos. Va de vínculos que nacen y no quieres romper jamás. Va de personas que llegan y al tiempo se van, sin dramas, como las olas que llegan a la orilla y vuelven de nuevo.

La amistad va de admirar, de enamorarse locamente de un corazón, de sonreír cuando piensas en momentos vividos con esas personas, de ganas locas de abrazar cuando te reencuentras, de que se pare el tiempo cuando te vuelves a ver, de querer sin juzgar y aceptar sin más, de abrir tus ojos y los del de al lado, con sinceridad pero sin acritud, de respetar y de echar de menos.

Feliz día Internacional de la AMISTAD a todas esas personitas que habéis pasado por mi vida, y que con vuestra presencia habéis hecho que hoy mi "yo" sea éste.

Gracias por hacerme crecer.😉

viernes, 27 de julio de 2018

Encuentra algo que te haga feliz

Encuentra algo que te haga feliz. Muy feliz.
Y guarda parte de tu tiempo para ello.
No, no es egoísmo. 
Se llama amor propio. 
Se llama cuidados intensivos.
Y amarse y cuidarse es garantía de bienestar.

No busques alguien que te haga feliz. 
Ya lo tienes. Te tienes.
Que tu felicidad dependa de otra persona es ponerla en peligro de extinción. 
Se llama dependencia.
Se llama amor ajeno.

Encuentra algo que te haga muy feliz y sumérgete en ello siempre que puedas.
Y mientras lo haces, coge aire y retenlo unos segundos. Y luego déjalo salir y sonríe con los ojos cerrados.
Es magia.
Se llama desconexión.
Y es muy necesaria para volver a conectarte al mundo, pero de manera sana, sin estruendos.

Cuando no somos capaces de "buscarnos" en medio de la rutina... Acabamos irrumpiendo en la vida de los demás como un elefante en una cacharrería.

Cuando aprendemos a aislarnos del resto para respirar y seguir... No irrumpimos. Simplemente, aparecemos. 
Y eso se llama amor propio e independencia. 
Y su combinación es salud y paz.

Encuentra algo que te haga feliz. Muy feliz.
Y guarda parte de tu tiempo para ello.

martes, 10 de julio de 2018

Ahí es

Donde no te corten las alas, sino que te animen a abrirlas para alzar el vuelo.

Donde respeten tu tiempo, y tus tiempos.

Donde te animen a ser tú, sin pretender que seas de otra manera.

Donde te vean crecer y se alegren por ello de corazón.

Donde admiren tus pasos pero estén cuando te caes, sin reproches.

Ahí es.

Donde te quieran sin comparativas, y te quieran porque sí.

Donde las palabras dulces suenen más que las amargas.

Donde admires y aprendas cada día algo nuevo.

Donde siempre haya una pizca de locura que te descubra el mundo desde otra perspectiva.

Donde el corazón te lleve.

Ahí es.

No. 

Pero yo no hablo de lugares.

Estaba hablando de personas. 😊