sábado, 28 de enero de 2017

SIETE

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...
Nunca llega al diez.
El siete le gusta. 
Respira profundo y abre los ojos.
Nuevo intento.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...
Nada.
Es llegar al siete y tener que parar.
En sólo siete segundos es capaz de reunir las sonrisas más bonitas que conoce y hacer un collage con ellas.
De esas curvas cóncavas le gusta su espontaneidad, su naturalidad, su ausencia de miedo, su sinceridad, su fuerza, su magia. Son extremadamente contagiosas y provocan un efecto reparador en su cerebro. 
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...
Sólo siete segundos para recuperar el tacto envolvente de siete abrazos. Abrazos de ojos cerrados y curvas cóncavas. Abrazos de siete segundos que equivalen a siete años.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete...
Siete.
Segundos.
Sólo.
Siete.

domingo, 22 de enero de 2017

GIRLS (just wanna have fun)

Parece que desear, saber qué se quiere, decidir qué, cómo, cuándo y con quién nunca fue lo que habían planeado para nosotras.
Somos estupendas para ser madres, pero seguimos molestando cuando, como mujeres, tenemos claro qué nos va más, si el azúcar o la sal.
La libertad sexual y el pensamiento libre de la mujer continúan siendo tabú. Y escuchar hablar a una mujer de determinados temas, o simplemente oírla comentar con normalidad sobre ciertos asuntos, aún hoy desconcierta, escandaliza y, muchas veces, molesta.

Como bien reza la ilustración: no se nos enseña a desear sino a desear ser deseadas. Retrógrado, ¿no? Pues así sigue siendo la herencia que se nos deja en publicidad y moda. Por suerte, vamos enseñándonos cada vez más a darle la vuelta al asunto y no tener miedo a sentir, expresar, dar el paso, decidir, desear, gustarnos y aceptarnos tal cual. 

Ya sólo queda que el miedo a las mujeres de ideas claras y discurso rotundo se convierta en respeto e igualdad de condiciones.

sábado, 14 de enero de 2017

Adicciones

Me declaro adicta al sol, a la lluvia, a las sonrisas sinceras, a la gente sin dobleces, al mensaje directo, a la naturalidad de un sentimiento, a la sinceridad, a vivir el momento, a la intensidad de las miradas, al aire libre, al murmullo de las olas, al silencio, a las ganas de seguir, a la lucha pacífica por un sueño, al chocolate, al roce accidental de dos manos, a los abrazos largos con ojos cerrados, a las caricias, a los besos en la comisura, al cosquilleo en la tripa, a las carcajadas sin control, a las lágrimas a raudales, a la piel de gallina, a los aplausos espontáneos, a las carreras por los pasillos, a las locuras, a los planes que salen bien y a los que cambian de rumbo... Me declaro adicta, así, en general, a la vida.

martes, 10 de enero de 2017