Adoro el pensamiento de dejarme llevar por la locura.
Me ronda la idea de salir corriendo sin mirar atrás.
Ansío unas alas que me dejen volar alto y tocar el infinito.
Me despierto con las ganas de ser irreverente e irracional.
Me duermo con el pensamiento de olvidar la corrección y mandarla a paseo.
Y sin embargo... sigo madurando y lo dejo todo en las ganas y el deseo.
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