viernes, 21 de septiembre de 2018

La sonrisa siempre gana

A veces las cosas no salen como las planeamos. 

Perdón. Empiezo de nuevo. 

A veces, muchas o pocas, las cosas no salen como las imaginamos.

Pero otra muchas veces sí.
La imaginación es poderosa, y crea para nosotros lo que soñamos.
Para cuando no ocurre así, están las sonrisas y los abrazos. Las sonrisas que regalamos y recibimos y los abrazos que damos o robamos.

A veces nos perdemos un poco entre tanta rutina, norma, convención y tradición, y no entendemos bien por qué nuestra cabeza viaja lejos del corazón. Para esos ratos nos queda volver a soñar. Porque, aunque solo sea en nuestra imaginación, podemos crear aquello en que creemos y que nadie más comprende. Y eso nos mantiene secretamente vivos.

Cuando las circunstancias se tuercen nos queda sonreír, con los ojos y los labios. Sonreír grande y pensar en cuál será nuestra próxima parada, nuestra siguiente meta, nuestro nuevo reto o nuestro futuro sueño.

Porque la sonrisa siempre gana, como los buenos.

Una sonrisa llena de sueños, de imaginación, de planes y de metas... Además de ganar, contagia. Y así el triunfo es doble.

A veces, las cosas no son como las habíamos soñado. 

Pueden llegar a ser mucho mejores. 

Porque si aprendemos a sonreír, estamos aprendiendo a ganar.

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