Una canción puede romperte en mil pedazos.
Sin previo aviso.
O hacerte caer del pico más alto sin frenos.
Es la magia de la música. Capaz de devolverte a quien ya no volverá nunca, aunque sea sólo por unos minutos.
Hay una canción en concreto que siempre que suena me hace añicos.
Como hoy.
Y te devuelve a mí un ratito. Demasiado corto.
Y me rompe.
Y lloro.
Y te sonrío por si me estás mirando, para que no me digas que pare que me pongo fea.
Cuando suena nuestra canción y cierro los ojos... te siento. Tu abrazo. Tu olor. Tu mirada verde mar.
Y te lloro mucho.
Porque nuestra canción define a la perfección lo que soy en realidad y que nadie más adivina, debajo de este disfraz de "yopuedocontodo".
Una canción puede...
Romperte en 1000 pedazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario