A veces...
Otoño y Primavera convergen.
Y cuando eso pasa, hay una especie de caos cósmico que hace saltar los corazones por los aires.
Nadie está a salvo.
CONVERGEN |
A veces...
Otoño y Primavera se miran de frente.
Y cuando eso ocurre, ningún alma se libra de ser susceptible de su hechizo. Mejor si te coge a resguardo. Porque si te engancha, vivirás embrujado hasta la próxima vez que se enfrenten.
Y puede pasar toda una vida.
SE MIRAN |
A veces...
Otoño y Primavera tropiezan.
Y cuando se encuentran de esta manera, inclinan sus cabezas con respeto, sonríen de medio lado y pasan de largo. Todo es calma. Paz. Silencio. Equilibrio.
A no ser... A no ser que uno de los dos gire su cuerpo.
Entonces están perdidos.
TROPIEZAN |
Y nadie está a salvo.
Pero tranquilos. Otoño y Primavera sólo convergen... A VECES. 😉
Noni Medina Ibáñez
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